lunes, 25 de agosto de 2014

La Urgente Llamada de María Santificadora a la Gran Nación Americana.

¡Hijitos, Haced una Gran Cadena de Oración, Ayuno y Penitencia Pidiendo a Mi Padre que Tenga Piedad y Misericordia de la Gran Nación Americana!

La paz de mi Señor esté con vosotros, hijitos de mi corazón.

Se acerca la hora en que mi Padre derramará el cáliz de Su Santa Justicia sobre vosotros, oh Babilonia de los últimos tiempos. ¡Oh nación americana que no has querido acoger la llamada que mi Padre te hace para la conversión! Yo digo que la sangre inocente que derramáis clama justicia; vuestra sodomía, idolatría y decadencia moral son ofensas al amor del Padre; el yugo que pone sobre muchas naciones será puesto sobre vuestra nación y vuestra doble moral será descubierta. No volverás a ser llamada la gran nación, sino que serás llamada la gran desolada.

El fuego de la justicia divina caerá sobre vosotros y el fuego de la boca del dragón amarillo muy pronto devastará y destruirá gran parte de vuestro territorio. Oh nación del águila, si no volvéis a Dios de corazón, ¡seréis destronados y sólo quedará de vosotros un recuerdo! Abandonad vuestra arrogancia y prepotencia, dejad de pecar, dejad de desafiar la sabiduría de Dios, porque habéis llegado al extremo de creeros divinos; y mañana todo esto será vuestra desgracia. ¡Oh nación de las cincuenta estrellas, si no volvéis a Dios como ninivitas, mi Padre os hará desaparecer de la faz de la tierra!

¡Oh pueblo de Dios entona un canto lastimero por la reina de las naciones para que se convierta y evite ser castigada! ¡Volved a Dios habitantes de la gran nación, dejad de subyugar a las naciones, dejad de derramar sangre inocente! ¡Haced ayuno y reparación por todos vuestros pecados, pedid mi santa intercesión, para que el rigor de la Justicia Divina sea más soportable, y vosotros y vuestras ciudades no desaparezcáis al paso de la Santa Ira de Dios! Hoy, mi corazón está tan triste por el destino que espera a esta nación si continúa en su loca carrera de libertinaje y pecado.

Hijitos, ¡haced una gran cadena de oración, ayuno y penitencia pidiendo a Mi Padre que tenga piedad y misericordia de la gran nación americana! Como Madre de la humanidad, hago un llamamiento urgente a los habitantes de esta nación para que acojan cuanto antes la misericordia de mi Padre. Hago un llamamiento a su gobernante para que detenga la guerra que sólo traerá desolación y muerte a la creación. La guerra despertará a la Justicia Divina, y pobre de vosotros, hijitos míos, porque no sabéis a qué os enfrentaréis. La guerra desestabilizará la Tierra y todo el sistema planetario se verá afectado por la tecnología de la muerte que hoy se maneja.

¡Detened la guerra, reyes de este mundo, porque mi padre no permitirá que destruyáis lo que con tanto amor creó! Estad prevenidos, detened el derramamiento de sangre, no entréis en guerra; abandonad vuestra ansia de poder y expansionismo, porque traerá desolación y muerte. Que la paz de Dios reine en los corazones de los gobernantes de este mundo, para que cesen la injusticia, la violencia y la guerra, y florezca la justicia y la paz entre las naciones.

Tu Madre: María Santificadora.

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, hijitos de mi corazón.