Ángel de Getsemaní y de la Consolación, salva a tiempo a los que desean quitarse la vida.
Salva a todos del suicidio.
Líbranos de la desesperación de no poder salvarnos a nosotros mismos.
Abre la Puerta de la Esperanza a los que estamos afligidos, desanimados, desesperados, angustiados, llorando.
Tú que consolaste a Jesús, consuélanos a los del Pequeño Remanente, y haz que estemos atentos a las Apelaciones Divinas y consoladoras de Jesús.
Haznos almas consoladoras.
Haz que no abandonemos a Jesús, nuestro Rey, y conviértenos más y más por Su sudor de Sangre Preciosa derramada en Getsemaní.
Amén.
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