Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

domingo, 21 de noviembre de 2021

Desgraciadamente, Mis amados, hoy tengo que daros esta información, porque Mi intervención está a punto de tener lugar

 

El Padre Celestial desea que volvamos a leer el mensaje del último domingo después de Pentecostés, 26 de noviembre de 2017, ¡porque es de gran importancia!

26 de noviembre de 2017, último domingo después de Pentecostés.

El Padre Celestial habla después de la Santa Misa Sacrificial en el Rito Tridentino según Pío V a través de Su voluntarioso, obediente y humilde instrumento e hija Ana.

Hemos celebrado hoy, 26 de noviembre de 2017, una reverente Santa Misa de Sacrificio en el Rito Tridentino según Pío V. El altar del sacrificio y también el altar de María estaban bañados por una resplandeciente luz dorada. Las numerosas flores con que estaban decorados los altares reflejaban el amor, la reverencia y la belleza del cielo. Eran simplemente altares de sacrificio. Si muchas personas vieran los altares en lo sobrenatural, podrían separarse de las ideas y deseos mundanos.

El Padre Celestial hablará hoy:

Yo, el Padre Celestial, hablo hoy, en este último domingo después de Pentecostés, a través de Mi voluntaria, obediente y humilde instrumento e hija Ana, a vosotros, Mi amada pequeña multitud, y a vosotros, Mis amados peregrinos y fieles. A todos vosotros se os quiere decir que Yo soy el Poderoso, Potente y Misericordioso Gran Dios Trinitario que vendrá y se os aparecerá a todos vosotros. Os enseñaré la omnipotencia. La omnipotencia es mucho más grande de lo que puedas soñar. Lo supera todo en belleza sobrenatural, en la belleza del cielo.

Desgraciadamente, Mis amados, debo daros esta información hoy porque Mi intervención está a punto de tener lugar.

De muy mala gana os doy esta información, porque muchos sacerdotes no se han convertido hasta ahora. Viven en el mundo y según los deseos del mundo. No miran a Mi omnipotencia, sino a su propia vida, según les plazca, así quieren modelarla. Pero el plan del Cielo es diferente. Sin sufrimiento, Mis amados, no hay arrepentimiento. Por desgracia, tengo que derramar Mi ira sobre muchas personas que se rebelan contra Mi voluntad.

No consideran necesario amarme, adorarme y venerarme a Mí, el Dios Trino. Me desprecian.

He enviado a la tierra a muchos videntes para que se den cuenta de que Yo soy el Dios Poderoso y Trino. Estos videntes sólo pueden proclamar la verdad, y esta verdad es rechazada por la mayoría de la gente hoy en día. Si un vidente profesa y da testimonio de la verdad, es privado de honor y despojado de todos sus cargos. Incluso se le desprecia y persigue.

Mis videntes están de Mi parte. Me proclaman completamente. Sacrifican sus propias vidas. En su alma sólo existe la verdad y difundir esta verdad por todo el mundo. Lo asumen todo sobre sí mismos. Sufren muchas enfermedades, muchas dificultades. Y estas tribulaciones las sufren por el bien del cielo. Aceptan el desprecio por el bien de la verdad.

Amado mío, ¿aún no reconoces Mi verdad?

Vivir Mi verdad es dulce, porque entonces os dais cuenta de que el gran Dios amoroso vive en vuestros corazones y os gobierna completamente. Él os conduce y os guía hacia la verdad y el amor. El amor es decisivo para vosotros.

Si no vivís este amor, el verdadero amor, estáis desequilibrados. No puedes servirme a Mí, el Dios Trino. Debéis aprender a renunciar a todo, a todo lo que os es querido, incluso a la familia, si os aleja de la verdadera fe. Debéis separaros de vuestros familiares cuando se trate de la verdad.

Si no podéis vivir la verdad, debéis separaros de vuestros parientes más cercanos, incluidos vuestros hijos. A menudo los hijos no viven en la verdad. Entonces os resultará difícil tener que separaros. Pero esto te lo exijo, aunque suponga un gran sufrimiento.

El amor a tu Dios Trino debe ser lo primero. Debéis adorarme, alabarme y adorarme en la Trinidad, aunque también haga que os sobrevenga un gran sufrimiento. Este sufrimiento sirve entonces para tu propia salvación. A menudo no podéis comprenderlo. Cuando os sobrevengan grandes sufrimientos y enfermedades, debéis daros cuenta de que es una concesión del Dios Trino.

Mucho sufrimiento sobrevendrá a toda la humanidad, pues Mi intervención está próxima. ¿Cómo será entonces en muchas almas? Deben arrepentirse, incluso las autoridades. Los obispos deben darse cuenta de que deben arrepentirse incluso antes de que se produzca Mi intervención. Deben arrepentirse de todo corazón de sus ofensas y no pueden invocar la expiación de los videntes. A éstos, Mis videntes, Mis elegidos, los he llamado para que muchos se den cuenta de que Yo soy la verdad y la vida. Quien se alinee Conmigo se salvará. Vive el amor verdadero y vive según la verdad. Puede dar su propia vida por sus amigos. Practica el amor a los enemigos. Esto es lo más difícil para vosotros, Mis amados.

Cuando os digo: amad a vuestros enemigos, amad a los que os odian y os hacen el mal. Rezad por ellos y no los despreciéis. Recordad que también quiero salvarlos de la condenación eterna. Y esto es lo más difícil para vosotros. Cuando la gente os odia y os quita vuestro honor, debéis pensar en la vida eterna de estos enemigos y rezar por ellos.

Sí, amados Míos, ésta es la verdad. Cuento con vosotros, pues sois Mis amigos. Un día se os permitirá contemplar Mi gloria en Mis moradas eternas. Os he elegido y vosotros difundiréis esta verdad por todo el mundo y daréis testimonio de ella. Esto os resultará difícil. Pero Mi amor reina en vuestros corazones. Este amor lo hace amplio para la verdad. Viviréis en la constancia, no sólo una vez, sino siempre daréis testimonio y Me amaréis.

Os bendigo ahora con todos los ángeles y los santos, en la Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

El amor de Dios es eterno, y sobre este amor edificaréis, Amén.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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